Como gestor de propiedades, seguramente te has enfrentado al dilema de permitir o no mascotas en los pisos alquilados. Por un lado, atraer a un mayor número de inquilinos potenciales parece beneficioso, pero por el otro, existen preocupaciones válidas sobre daños potenciales y molestias a los vecinos. Entonces, ¿qué dice la ley realmente sobre prohibir mascotas?
¿Existe una prohibición legal en contra de tener mascotas?
Actualmente, la legislación española no prohíbe de manera explícita tener mascotas en pisos alquilados. Dicho esto, es importante entender que el propietario conserva el derecho de establecer ciertas condiciones dentro del contrato de arrendamiento. Por lo tanto, sí es posible incluir una cláusula que prohíba expresamente a los inquilinos tener animales de compañía.
¿Qué dice la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) sobre las mascotas?
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) no menciona directamente las mascotas. Sin embargo, el artículo 20 de la ley establece que el arrendatario está obligado a "conservar la vivienda en buen estado de habitabilidad". Esto significa que el inquilino debe evitar daños a la propiedad y no generar molestias a los vecinos.
¿Qué pasa si no hay una cláusula?
Si el contrato de alquiler no contiene una cláusula que prohíba mascotas, el inquilino tiene la libertad de tener animales en la vivienda. Sin embargo, esto no significa que tenga carta blanca para causar daños o problemas a la comunidad. El inquilino sigue siendo responsable de mantener la propiedad en buen estado y de evitar generar molestias excesivas que afecten el bienestar de los vecinos.
¿Pueden los propietarios cambiar sus reglas sobre mascotas?
Si bien es posible establecer una prohibición de mascotas en un contrato de alquiler, introducir cambios a un contrato ya firmado puede ser más complicado. Si el contrato no menciona las mascotas, el propietario no puede imponer unilateralmente una restricción. Para poder prohibirlas posteriormente, sería necesario llegar a un acuerdo mutuo con el inquilino y modificar el contrato en consecuencia.
¿Qué hacer si el inquilino tiene una mascota sin autorización?
Si el inquilino tiene una mascota sin la autorización del propietario, este puede iniciar un procedimiento judicial para resolver el contrato de alquiler. Es importante destacar que el propietario no puede desalojar al inquilino de forma unilateral.
Buenas prácticas para propietarios y gestores de propiedades
Sé claro desde el inicio: Incluye una cláusula explícita sobre mascotas en tus contratos de alquiler.
Considera alternativas: Evalúa la posibilidad de permitir mascotas bajo ciertas condiciones, como el pago de un depósito adicional o la limitación de ciertos tipos o tamaños de animales.
Protege tu propiedad: Incluye cláusulas sobre los daños causados por mascotas y asegúrate de inspeccionar la propiedad regularmente.
En conclusión, la decisión de permitir o no mascotas en un piso de alquiler depende del propietario. Sin embargo, es importante que este actúe de acuerdo con la Ley de Arrendamientos Urbanos y adopte las medidas necesarias para proteger su propiedad.
Hagas lo que hagas, es fundamental que figure todo en el contrato. Como también lo es utilizar un software para la gestión de pisos de alquiler.